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Paradisus Salinas Lanzarote, segundo hotel de la marca de Meliá en Europa

Diseñado por el reconocido arquitecto español Fernando Higueras, el edificio es una joya de la arquitectura declarada Patrimonio Artístico y Cultural de Lanzarote.

El nuevo Paradisus Salinas Lanzarote ofrece 282 habitaciones y villas, una piscina de 1.800 metros cuadrados, bellos jardines tropicales diseñados por César Manrique y siete propuestas de restauración.

Con insólitos paisajes lunares, volcanes, playas vírgenes, pueblos pintorescos y un clima privilegiado, la isla de Lanzarote, Reserva de la Biosfera, es el destino perfecto para viajeros que aman la naturaleza, la belleza y desean empaparse de la esencia de un Lanzarote fascinante. En este enclave de ensueño, rodeado de las magníficas playas de Costa Teguise y de pueblos ricos en cultura y encanto, se encuentra el nuevo Paradisus Salinas Lanzarote.

El hotel, segundo del portolio de la marca de resorts de lujo Paradisus by Meliá en Europa, reinventa el tradicional concepto “todo incluido”, transformándolo de manera innovadora a través de nuevas experiencias relacionadas con la naturaleza del destino, explorando todas y cada una de sus posibilidades.

Con el lema Embrace Your Nature, la firma de Meliá Hotels International ofrece una auténtica inmersión en la cultura de cada uno de los lugares en los que se encuentran ubicados sus hoteles.

Con hoteles en México y República Dominicana, la filosofía Paradisus by Meliá se materializa en Europa con Paradisus Meliá Salinas y con Paradisus Gran Canaria que abrió sus puertas el pasado mes de mayo.

Arquitectura y diseño

Proyectado por Fernando Higueras y César Manrique, el edificio combina la arquitectura racionalista de Higueras y los murales, piscina y diseño de jardines del artista y pintor canario.

Hace más de 40 años, Higueras se hizo cargo del edificio principal con la idea de que el hormigón, los encofrados, la geometría de los pliegues y la exageración monumental se confundiesen con la naturaleza y el entorno. Por su parte, Manrique cogió las riendas de la piscina del hotel, con una superficie de 1.800 metros cuadrados, del diseño de los impresionantes jardines tropicales –con más de 300 especies vegetales–, y de los frescos y esculturas que dan color y calor al edificio e interiores.

En 1979 el hotel fue distinguido con el Premio Internacional de Arquitectura. Hoy, tras una cuidada rehabilitación integral y redecoración de los espacios, Paradisus Salinas Lanzarote es un hotel de cinco estrellas gran lujo, sólo para adultos, con acceso directo a la playa, spa, gimnasio, salas de reuniones, piscina exterior, pista de tenis, habitaciones con piscina privada, villas y siete espacios diferentes de restauración.

El hotel es uno de los activos que forma parte del vehículo de inversión alternativa Victoria Hotels & Resorts, participado por Meliá Hotels International, Bankinter Investment y GMA.

Una nueva manera de viajar

Paradisus by Meliá ha dado un paso más allá del turismo tradicional de sol y playa para crear una nueva aventura en este maravilloso archipiélago de la eterna primavera. Como en todos los hoteles de la marca, en Paradisus Salinas Lanzarote, el huésped tiene incluidas todas las experiencias Destination Inclusive^®, como parte de la tarifa de su estancia.

Combinar el lujo con la cultura local y la naturaleza es clave para brindar a los huéspedes una experiencia verdaderamente única. Un innovador concepto de hotel donde toda la estancia está impregnada por el encanto local, desde talleres de cocina, pasando por excursiones a los lugares más escondidos o icónicos de las Islas Afortunadas.

En Paradisus by Meliá el destino es la clave de una verdadera aventura para «descubrir los infinitos placeres de unas vacaciones con mayúsculas. Escapar a los rincones más secretos, disfrutar de la auténtica gastronomía, conocer a los artistas locales, sus pueblos y sus gentes”, explica Susanna Mander, Global Director of Brand Marketing Paradisus by Meliá.

Paradisus Salinas Lanzarote ha creado experiencias únicas Destination Inclusive^®, que van desde visitas guiadas a lugares turísticos de interés, como los Jameos del Agua o los Jardines del Cactus, hasta visitas artísticas llenas de creatividad, como la de la emblemática bodega El Grifo, con sus vides entrelazadas en las cenizas volcánicas tan características de la isla.

La alta gastronomía es otro de los atractivos de este hotel en el que se combina cocina internacional, mediterránea y, por supuesto, canaria de autor llamada a reinterpretar clásicos como las papas arrugás con mojo, torrija de costillar de vaca canaria, ropa vieja y un largo listado de sugerencias, entre las que por supuesto siempre estarán presentes los exquisitos quesos y vinos de la tierra.

Los restaurantes son: Malva Food Bazaar, restaurante italiano Capella, La Graciosa, Santé (cocina árabe), Ginger Lobby Bar & Cocktail, Ginger Pool Bar (con cocina abierta 24 h) y The Reserve Bar.

Para entender algunos de los elementos que se cuecen en los fogones del restaurante La Graciosa hay que viajar al reconocido La Acuarela, en Mogan, restaurante que lidera Germán Ortega desde hace años. Galardonado con una estrella Michelin y dos soles de la Guía Repsol, su cocina es una de las más conocidas y veneradas de la islas. Ortega se ha formado en el restaurante Vassa Eggen, en Estocolmo, en The Letonnie (Inglaterra) galardonado con dos estrellas Michelin y en Hacienda Benazuza. Con estas influencias, y avalado por una variada trayectoria, Ortega ha diseñado la carta de La Graciosa, creando un menú degustación de tres platos para La Graciosa, que irá cambiando según temporada.