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    Luabay, marca hotelera de Orizonia, queda en manos de Globalia

    Luabay Galatzó

    Luabay Galatzó

    Luabay Hotels & Leisure, la división hotelera del grupo Orizonia, queda en manos de Globalia, ya que el grupo turístico presidido por Juan José Hidalgo gestiona desde el pasado mes de diciembre la cadena Luabay a cambio de 10 millones de euros.

    Después de haber llegado a un acuerdo a principios de diciembre para la adquisición del 100% de Orizonia, actualmente al borde del cierre, Globalia le inyectó al grupo 10 millones de euros, con la garantía de la gestión de los establecimientos de Luabay. Además, Orizonia solicitó a Globalia otros 5 millones de euros más para sufragar diferentes partidas poniendo como garantía su parte de la liquidación del Mundo Senior, como los viajes del Imserso. Sin embargo, Globalia no habría recibido todavía esta cantidad, aunque las dos partes podrían haber acordado ya una forma de pago o podría abonar el dinero próximamente.

    Luabay es una cadena de 11 hoteles y más de 1.100 camas, todos ellos con contrato de alquiler y gran parte estacionales, que cuenta con una plantilla de más de 250 profesionales. En 2012, Luabay Hotels & Leisure aumentó su facturación un 46%, hasta alcanzar los 54 millones, de los cuales casi 12 millones corresponden a los últimos cuatro hoteles inaugurados en Mallorca.

    En la actualidad, Globalia ya cuenta con su propia marca hotelera, Be Live Hotels, 24 establecimientos en República Dominicana, México, Cuba, España y Marruecos con una oferta de más de 7.000 habitaciones, a los que se sumarían los establecimientos de Luabay.

    El pasado viernes Orizonia solicitó el preconcurso de acreedores después de que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) demorara dos meses más su dictamen sobre la citada operación de su compra por parte de Globalia. Orizonia presentará mañana un concurso voluntario de acreedores con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectará a entre 3.000 y 3.500 empleados, al cerrarse parte de la compañía. En concreto, pretende vender parte de la aerolínea Orbest y de la línea de viajes de Vibo, por lo que los sindicatos temen que el ERE que la compañía les presentará mañana afecte finalmente a 4.000 trabajadores, de manera que quedarían únicamente 1.000 empleados en toda la compañía.