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Los restaurantes Moments, del Mandarin Barcelona, y Enoteca, del Arts, obtienen su segunda estrella Michelin, y el Kabuki Abama la primera

Paco Pérez, en el restaurante Enoteca del Hotel Arts.

Anoche en el Hotel Ritz de Madrid se anunciaban las esperadas estrellas Michelin y, como viene siendo habitual en los últimos años, los hoteles volvieron a convertirse en protagonistas. Aparte de las tres estrellas conseguidas por Quique Dacosta Restaurante (Denia, Alicante) y Azurmendi, de Eneko Atxa (Larrabetzu, Vizcaya), los restaurantes barceloneses Moments del Hotel Mandarin Barcelona y el Enoteca del Hotel Arts obtuvieron la segunda estrella en la edición 2013 de la guía francesa.

Así, Paco Pérez recibe la segunda estrella por su trabajo en el Enoteca, que ya tenía esta doble distinción en su restaurante de Llançà. La visión creativa de Paco Pérez, su cocina que combina vanguardia y tradición, la labor de todo el equipo para ofrecer el mejor servicio, así como su carta de vinos con más de 600 referencias que el sumiller y jefe de sala, Albert Escofet, se encarga de seleccionar y recomendar, han contribuido a situarle en la vanguardia de la cocina mediterránea. La vanguardia, el trabajo y la dedicación son atributos clave en la cocina de Paco Pérez, quien señala que “esta segunda estrella supone un gran reconocimiento y responsabilidad que nos anima a seguir trabajando con la misma ilusión del primer día”.

Raül Balam, en el Moments del Mandarin Oriental Barcelona.

Por su parte, Raül Balam consigue su segunda estrella Michelin en el restaurante Moments del Hotel Mandarin Barcelona, cuya apertura se produjo hace tres años y ya habiendo recibido la primera estrella en su primer año de vida. La reputada chef Carme Ruscalleda, madre de Balam, es la directora de Moments, que cultiva una cocina catalana neotradicional basada en el uso de ingredientes de excelente calidad, muy bien elaborados y con una presentación innovadora. Para Balam, “este premio ha sido completamente inesperado, ¡no nos lo imaginábamos! El joven cocinero también ha afirmado que “este es un premio al trabajo de un equipo, de creer todos juntos en un mismo proyecto”.

Abama Golf, único hotel con dos restaurantes con estrella

También están de enahorabuena en el Hotel Abama Golf & Spa Resort de Guía de Isora, Tenerife, cuyo restaurante Kabuki ha recibido su primera estrella Michelin. Este nuevo macaron francés viene a sumarse al que ya posee el lujoso establecimiento por el restaurante M.B dirigido por Martín Berasategui y cuyo chef es Erlantz Gorostiza. Abama Kabuki, el restaurante japonés dirigido por Ricardo Sanz en Tenerife y capitaneado por Daniel Franco, ha logrado su primera estrella Michelin por la calidad, el servicio, la creatividad y el espectacular ensamblaje que hacen de la cocina oriental y local en su carta. Daniel Franco, de tan sólo 28 años y fiel discípulo de Ricardo Sanz y Rafael Carrasco, ha sabido incorporar las características propias de la cocina canaria a las directrices de la casa y con este galardón se ha convertido en el segundo chef canario en conseguir una estrella Michelin, después de Carlos Gamonal de El Drago, ganador de la primera estrella Michelin otorgada en diciembre de 1999 en Tenerife. “Me siento eufórico y muy orgulloso de formar parte del equipo del Abama Kabuki porque se trata de un restaurante único en las Islas Canarias. Este es un reconocimiento a todo el esfuerzo que día a día todos y cada uno de los que formamos parte de este restaurante realizamos para ofrecer la excelencia en cada bocado”, ha afirmado Franco. Con los galardones otorgados ayer, Abama Kabuki y M.B se convierten en los únicos establecimientos gastronómicos del archipiélago canario en ostentar tal galardón. Además, el Abama Golf & Spa Resort es el único complejo hotelero de España en tener en sus instalaciones dos restaurantes diferentes que han conseguido una estrella Michelin.

En cuanto a los hoteles que pierden su estrella, se encuentran el restaurante Evo del Hotel Hesperia Tower, de l’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), por cierre, y el Santo by Martín Berasategui del Eme Catedral de Sevilla.