Los hoteles singulares despiertan los sentidos y tienen como objetivo, a través de toda clase de detalles, provocar sensaciones de bienestar a unos huéspedes que han elegido estos establecimientos para disfrutar de unos días irrepetibles. Hoteles que son en sí mismos unos destinos únicos donde vivir experiencias.
Por establecimiento singular se pueden entender muchos conceptos: por estar ubicados en un edificio de interés patrimonial y artístico, por tratarse de espacios creativos en los que prima el diseño en su interiorismo, por un entorno de ensueño, por estar llenos de historia… Hoteles con encanto, con personalidad, de diseño o boutique son algunos de los nombres que se les otorga a este tipo de establecimientos, algunos de los cuales comenzaron a emplearse en la década de los 80 del siglo pasado para distinguir a aquellos alojamientos que huían de la estandarización de las instalaciones, servicios y prestaciones que ofrecían los hoteles convencionales.
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