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El Hotel Delamar de Lloret de Mar se transforma y recupera la esencia colonial de los ‘americanos’

Una historia de aventureros del siglo XIX es la que da pie y sentido al nuevo Hotel Delamar de Lloret de Mar. La familia Frigola reconvierte el hotel que tenía en el municipio en un nuevo concepto de establecimiento donde la calidad y el diseño son los protagonistas. El nuevo Hotel Delamar es un establecimiento de influencias mediterráneas y cubanas, y supone una clara reinterpretación del concepto de hotel de playa de Lloret de Mar. Ubicado en el corazón de la ciudad, y a pocos metros de la playa, el nuevo Delamar es una mezcla de estilos rodeado de una atmósfera bohemia.

El nuevo establecimiento está pensado exclusivamente para adultos, pero con un espíritu joven con una variada agenda de actividades, experiencias y servicios exclusivos, como gimnasio, conserjería de playa, dos piscinas, servicio de masajes o espacios para eventos privados. El inmueble cuenta con un total de 213 habitaciones dobles con terraza con todas las prestaciones y dispone también de habitaciones adaptadas y júnior suites con bañeras extra grandes. En total, con la reconversión, el hotel pasa de 248 a 213 habitaciones, generando espacios mucho más amplios y confortables para los huéspedes. El nuevo establecimiento se acaba de incorporar también a la marca Costa Brava Verd Hotels y destacan las actividades relacionadas con el ciclo turismo.

En el ámbito gastronómico, el hotel cuenta también con un restaurante, Los Americanos que, como el resto del establecimiento, ofrece una mezcla de sabores, sabrosos, sanos y variados. El edificio también cuenta con tres bares –La Librería, El Terrat, AfterSun– de diferentes estilos y adaptados a cada momento del día y a cada estado de ánimo.

El consejero delegado del Hotel Delamar, Jordi Frigola, explica que la reconversión del hotel ha supuesto una inversión de 5,5 millones de euros. «El Delamar forma parte de una nueva generación de hoteles urbanos de playa donde se junta la sofisticación de los hoteles de ciudad y el ambiente relajado y bohemio propio de un destino de playa», explica Frigola. El hotel pasa con esta reconversión de una categoría de tres a cuatro estrellas.

El próximo viernes, 17 de junio, el establecimiento hará su puesta de largo, con La Feria de los Americanos, una fiesta inaugural ambientada en la época colonial

Los Bofill, los Delamar y los Frigola
La historia del hotel Delamar se remonta a la época colonial de los ‘Americanos’ del siglo XIX, cuando Salvador Bofill Domènech –hermano del armador Benet Bofill Domènech– partió de Lloret de Mar hacia la ciudad cubana de Matanzas en busca de un futuro mejor. Allí trabajó como sastre y conoció al amor de su vida, Leonor, heredera de la familia Delamar, unos franceses que hicieron fortuna a principios del siglo XVIII.

El matrimonio tiene su primera hija en 1874, Maria Bofill Delamar, la figura que ahora da nombre al nuevo establecimiento turístico de Lloret de Mar. Ella puso la semilla con su espíritu aventurero y emprendedor, pero fueron las siguientes generaciones, la familia Frigola, las que dieron un impulso definitivo a su legado, con la transformación de una antigua finca de la familia en un hotel de costa.