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    Royal Blue Bird, 10 años devolviendo su antiguo esplendor a El Palace Barcelona

    Durante esta década, el hotel ha desarrollado diferentes iniciativas que gravitan entorno a la responsabilidad social corporativa.

    El 14 de julio se celebran 10 años desde que Royal Blue Bird, la actual empresa que gestiona El Palace Barcelona, tomó las riendas del emblemático hotel. Con esta operación, El Palace Barcelona, que en aquel momento se hallaba a solo cinco años de celebrar su centenario, emprendió el camino para recuperar su antiguo esplendor.

    Una de las primeras acciones que llevó a cabo la nueva gestora fue la de reformar y abrir al público la azotea del hotel, hoy conocida como Rooftop Garden, un espacio inspirado en el jardín romántico del palacio de Francesc Cambó, así como en los cuadros del pintor modernista Ramón Casas, un privilegiado mirador desde el que disfrutar de maravillosas vistas de la ciudad y de las múltiples iniciativas gastronómicas, musicales y culturales que acoge a lo largo de su ajetreado calendario anual, conjugando, de una forma dinámica y viva, el pasado y el futuro de un modo magistral.

    Fue el momento, también, en el que se desarrollaron las Art Suites, inspiradas en diferentes disciplinas artísticas a través de personajes que suponen un referente para cada una de ellas y que hacen gala de una estrecha relación con el hotel: César Ritz (arquitectura) en honor a los orígenes del hotel; Joséphine Baker (artes escénicas), que actuó en varias ocasiones en la Parrilla del Ritz; Salvador Dalí (pintura), que vivió en el hotel durante largas temporadas, además de protagonizar las más surrealistas anécdotas como cuando subió un caballo blanco disecado a su suite como regalo a Gala; Joan Miró (escultura), que durante una temporada trasladó al Ritz sus reuniones y tertulias con otros intelectuales de la época; Ronnie Wood (música), cuyas estancias en El Palace Barcelona regalaron al hotel y a sus huéspedes momentos tan mágicos como el día en que ofreció una inesperada jam session en el Bluesman Cocktail Bar; y Carlos Ruiz Zafón (literatura) por las menciones que el galardonado escritor dedica al hotel en sus novelas más emblemáticas.

    Del mismo modo, nació el Bluesman Cigar Lounge, un espacio íntimo, elegante y exclusivo gracias al cuero de sus sillones, a la chimenea alrededor de la cual se vertebra el espacio o a la madera que reviste sus paredes. Junto a su entrada, se ubicó una cava de puros donde los clientes tienen a su disposición una selección de las mejores marcas de tabaco, con más de cincuenta referencias de Habanos.

    Más allá de la creación de nuevos espacios en el hotel, Royal Blue Bird ha desarrollado una clara filosofía de reconexión con Barcelona, de la que se siente parte activa, escaparate y motor, convirtiéndose en uno de los primeros hoteles de la ciudad en diseñar experiencias especialmente para el público local. Para ello, el hotel reconvierte sus espacios en pop-ups que quieren retar a los barceloneses a superar el umbral de su puerta giratoria una y otra vez descubriendo, en cada ocasión, una vivencia distinta gracias a experiencias efímeras como El Chalet El Palace, una acogedora cabaña de madera de los Alpes en la que se sirven raclettes, fondues y recetas típicas de esta zona montañosa, el Open-Air Rooftop Cinema o la actual Caseta de El Palace, un espacio diseñado para adentrase en el ambiente típico de “feria” andaluza con espectáculo flamenco y recetas típicas de la gastronomía andaluza.

    En estos años, Royal Blue Bird se encargó de celebrar el centenario del hotel, en 2019, con un libro conmemorativo elaborado con los recuerdos de los ciudadanos de Barcelona, que fueron llamados a aportar sus fotos, sus recuerdos, sus minutas de menú, demostrando una vez más, que el que fue el Ritz de Barcelona, forma parte, a través de puestas de largo, celebraciones familiares y eventos corporativos, de la vida de los barceloneses.

    El Palace Barcelona expone periódicamente la obra de diferentes artistas con la firme voluntad de invertir en el estrecho vínculo entre el hotel y el arte y la cultura, así como con la intención de apoyar el trabajo de artistas tanto emergentes como más consolidados. El hotel pone también de relieve su amor por el arte con la firma de libros en las suites del hotel de Pilarín Bayés con ocasión de Sant Jordi, los Afternoon Tea acompañados de ópera, ballet y tango, los conciertos Candlelight, la música en vivo del emblemático speakeasy del hotel, Bluesman Cocktail Bar o la próxima cita con el doctor Mario Alonso Puig el próximo mes de noviembre.

    El acento en lo local se pone de relieve en colaboraciones como la que mantiene con Ona Llibrería con la Cat-Lite experience, que pone a disposición de los huéspedes de sus Art Suites los grandes clásicos de la literatura catalana en diversos idiomas y la posibilidad de usar los perfumes de la marca catalana Carner Barcelona, responsable de la nueva esencia del hotel, durante su estancia.

    Durante esta década, El Palace Barcelona se ha propuesto también comprometerse con el planeta y elegir los amenities ecosostenibles made in Barcelona de Lab Noma. Los extractos a partir de los que se elaboran las fórmulas de los diferentes productos provienen de vegetales de kilómetro cero, cultivados y procesados en el cercano Parc de les Flors. El Palace Barcelona cuenta ya con su sello Barcelona Biosphere y forma parte actualmente del proyecto Compass, impulsado por Turisme de Barcelona y el Ayuntamiento de la ciudad.

    En este décimo aniversario, Royal Blue Bird estrena dos nuevas experiencias de alto nivel: la de Palacio Domecq, para hacer vivir a sus clientes la tradicional vida jerezana en un palacio barroco del siglo XVIII, visitándolo con sus propietarios, degustando sus vinos y Brandys en una exclusiva cata, disfrutando del baile de los caballos andaluces en la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre; y El Palace by the Sea, que permite a los huéspedes de El Palace Barcelona adentrarse en las maravillas del Mediterráneo y disfrutar de las magníficas vistas del skyline de la ciudad, en un año tan náutico para Barcelona, como el de 2024.

    Royal Blue Bird, ha tenido durante estos últimos 10 años una estrategia comercial muy ambiciosa, invirtiendo en un equipo de profesionales de alto nivel, con el compromiso de posicionar el hotel al más alto nivel en precio medio y de ocupación, liderando una estrategia de impulso del precio medio en todo el mercado de la hotelería local de gran lujo.

    La Responsabilidad Social Corporativa desarrollada por Royal Blue Bird pone el acento en la comunicad, con colaboraciones con la Obra social Sant Joan de Déu, Polseres Candela, Casa Guadalupe, Mission Education, Alpan, Fundació Escolania de Montserrat, Fundació Xana o Cris Cáncer Barcelona. El hotel ha visto recientemente reconocido su compromiso social con la ciudad con el premio Eje de Sostenibilidad Social de Turisme de Barcelona 2024.

    Royal Blue Bird ha sido consciente desde su llegada hace diez años, del gran patrimonio que atesora El Palace Barcelona; no sólo el arquitectónico e histórico, sino el equipo humano. Un colectivo de empleados y empleadas con un gran sentimiento de pertenencia y orgullo por formar parte de un símbolo de la ciudad de Barcelona. Es por ello, que Royal Blue Bird ha desarrollado y continúa haciéndolo, una estrategia de crecimiento que va más allá de lo profesional, para involucrarse desde el punto de vista más humano, cuidando a las personas que aportan el valor más importante a los clientes y contribuyen a seguir escribiendo grandes capítulos de la historia del hotel.

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