Al adoptar prácticas sostenibles, los hoteles no solo contribuyen a la protección del medio ambiente, sino que también satisfacen la creciente demanda de viajeros con conciencia ecológica, lo que supone un ahorro operativo a largo plazo y una imagen de marca positiva.
Por Isabel Fernández
La sostenibilidad hotelera se refiere a las prácticas y políticas que aplican los hoteles para minimizar su impacto medioambiental, promover la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y garantizar la viabilidad económica. Este enfoque holístico abarca la eficiencia energética, la reducción de residuos, el ahorro de agua y el abastecimiento de bienes producidos de forma ética, al mismo tiempo que mejora la experiencia de los huéspedes sin sacrificar la rentabilidad.
Cabe preguntarse si para los hoteles la sostenibilidad es una herramienta de marketing o una rentabilidad real. El compromiso y la convicción de todos los agentes turísticos son los motores del cambio que se necesitan para impulsar el liderazgo sostenible y promover la economía circular.
Para que un hotel sea considerado sostenible y cumpla con criterios de economía circular, lo primero que se debe de hacer es un diagnóstico de la situación de los recursos del establecimiento y empezar la casa por los cimientos. Además, las acciones deben de ser duraderas en el tiempo e ir en línea con la administración pública, por lo que son importantes también los programas de formación a trabajadores.
Angelica Tarrasa, responsable de Marketing Segmentos de Edificios en Digital Energy Business de Schneider Electric,afirma que “los edificios están entre los mayores emisores de CO2 en el mundo y los hoteles no son la excepción. Pensemos que en Europa la industria hotelera debe reducir sus emisiones de carbono un 66% para 2030 y un 90% para 2050, según los objetivos de la UE. Así que un requisito fundamental para que sean considerados sostenibles es implementar una hoja de ruta clara, con acciones concretas, enfocadas a reducir y a optimizar su consumo de energía, de recursos, de emisiones, etc. En este sentido, la eficiencia energética y la circularidad son dos factores clave, ya que el 70% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero están vinculadas con la gestión de materiales, según un informe de Forética. La circularidad en el sector hotelero puede abarcar muchos niveles, desde la implementación de programas de reciclaje y compostaje, hasta la compra de productos con envases reciclables y la eliminación responsable de residuos peligrosos. También debe reducir su consumo de agua mediante la instalación de grifos y duchas de bajo caudal, la utilización de aguas grises para el riego de jardines y la reparación de fugas de agua. Y en cuanto a la energía, hay dos aspectos clave a considerar: primero, la importancia de la fase de diseño, ya que las decisiones tomadas en esta etapa son cruciales para lograr un hotel sostenible. Segundo, la digitalización y la gestión de datos, que son habilitadores fundamentales para implementar una estrategia de sostenibilidad”.
Por su parte, Antonio Moreno, director técnico de Jung Electro Ibérica, considera que “un hotel puede se considerado sostenible en base a muchos criterios, que van desde el impacto medioambiental en la propia construcción hasta la huella que dejará después de su demolición. Pero lo fundamental es su sostenibilidad en lo que respecta a su vida útil, es decir, que su consumo energético diario y su huella de carbono se reduzcan al mínimo”.
Además, Mario Saltor, director general de Horeca Global Solutions, opina que, “a la hora de implementar una estrategia de circularidad, los hoteles deben abordar varios frentes. Para empezar, necesitan enfocarse en reducir la demanda de energía. En este sentido, es importante apostar por una iluminación eficiente y equipos con una clasificación energética A++, pero, también implementar la recuperación de calor en las cocinas o la lavandería. Otro aspecto a tener en cuenta es el agua. Es necesario utilizar productos no contaminantes y, además, reducir su consumo con sistemas de tratamiento y recuperación del agua y máquinas más eficientes. Finalmente, han de reducir y gestionar correctamente los residuos a través del reciclaje e integrar las energías renovables para minimizar las emisiones de CO2”.
Para Luis Cristóbal Roncero, jefe técnico de Actividad de Mantenimiento del Grupo Eulen, el hotel “debe buscar estrategias que tengan por objetivo reducir tanto la necesidad de materias primas que entran en el proceso económico como la generación de residuos, además de maximizar su recuperación e integración de nuevo en los ciclos de aprovechamiento. Es decir, se trata de buscar medidas de mejora para reducir los consumos de las instalaciones y alargar la vida de los materiales con el fin de disminuir los residuos y emisiones de CO2 a la atmósfera”.
Medidas
Una de las medidas más claras en un programa de circularidad es apostar por la innovación tecnológica para conseguir soluciones que permitan una mayor eficiencia energética. Los hoteles sostenibles aplican medidas de ahorro energético como iluminación led, electrodomésticos de bajo consumo y sistemas de climatización inteligentes. Esto no solo reduce las emisiones de carbono, sino que también supone un importante ahorro en las facturas de los servicios públicos.
Por otro lado, mediante la instalación de grifos de bajo flujo, la implantación de sistemas de reciclaje de agua y el fomento de programas de reutilización de toallas y ropa de cama, los hoteles pueden reducir drásticamente el consumo de agua, preservando este recurso vital para las generaciones futuras.
Además, los hoteles sostenibles dan prioridad a la reducción de residuos a través de programas integrales de reciclaje, compostaje de residuos orgánicos y reducción al mínimo de los plásticos de un solo uso, disminuyendo así la contribución a los vertederos y a la contaminación de los océanos.
Los costes operativos a largo plazo se reducen gracias a las medidas de ahorro de energía y agua, así como a las estrategias de reducción de residuos, lo que mejora los resultados del hotel.
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