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    El Nido del Mirlo, el apacible restaurante del Hotel Boutique Mirlo donde refugiarse este verano en Barcelona

    El chef Jose Manuel Zafra y el consultor gastronómico Ismael Alonso aúnan su expertise culinario para ofrecer este verano una refrescante carta con productos de proximidad.

    Los restaurantes de hotel ya no se conforman como una opción “de paso” para los viajeros que deciden tomarse un respiro de su agitada rutina diaria. Las opciones son cada vez mayores, y mejores para disfrutar de una experiencia tranquila durante una estancia vacacional. Si a la oferta gastronómica le unimos la posibilidad de disfrutar de un entorno privilegiado, el resultado es el restaurante El Nido del Mirlo.

    Situado en la Avenida Tibidabo 32 de Barcelona, el restaurante del Hotel Boutique Mirlo goza de un entorno privilegiado gracias a su jardín, un espacio declarado como protegido por el Ayuntamiento de la ciudad gracias a la diversidad de las plantas y de los árboles que alberga. En su terraza y espacio chill out con piscina podrán retirarse a descansar y alejarse del ruido del centro de la Ciudad Condal. Como mirlos que vuelven a casa tras un largo día fuera.

    El Nido del Mirlo abre sus puertas a cualquier barcelonés, viajero o foodie curioso que busque ser sorprendido por una oferta gastronómica de calidad en un jardín apacible. En su oferta gastronómica de calidad se pueden disfrutar de una deliciosa selección de platos de mar y montaña de la mano del chef Jose Manuel Zafra y el asesor, chef y consultor gastronómico Ismael Alonso.

    Dentro de la carta, se pueden degustar desde vinos de primera categoría a platos que contienen un enfoque local sin perder la esencia de la innovación. El refrescante gazpacho de fresa con helado de queso de cabra es prueba de ello. Las croquetas de espinacas con piñones, los canelones de pularda o el rodaballo a la donostiarra son, por otro lado, algunos de los más platos tradicionales de la carta, ideales como primeras opciones. Sin embargo, para los amantes del dulce, decidir entre la tarta de queso adornada con frambuesas y el milhojas con crema de limón no será tarea fácil.

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