Gastronomía

El restaurante La Palmera del Indiano del Barceló Oviedo Cervantes recupera la esencia de los asturianos de ultramar

La espectacular fachada del hotel Barceló Oviedo Cervantes, construido sobre una antigua casona indiana de 1917, comparte protagonismo con el restaurante revelación de la capital asturiana: La Palmera del Indiano. Se trata de un nuevo espacio gastronómico que, con formato full day, pretende recuperar la esencia culinaria de los asturianos que regresaron a España tras hacer fortuna en las Américas, cuyas cocinas mezclaban olores patrios como el del pimentón dulce y de las chacinas, con productos de ultramar como el maíz o el aguacate, entre otros. Y lo hace bajo el amparo de una palmera, el elemento que distinguía las casas de los famosos indianos; y con una oferta gastronómica que aúna lo mejor de ambos lados del Atlántico.

Así, al calor de los fogones del chef Rubén Álvarez, surgen platos tan deliciosos como el aguacate asado relleno de ceviche de corvina con cilantro, papaya y lima; el lingote de pulpo con aceite de kimchi, puré de tupinambo y germinados; los tortos de maíz con escalibada de verduras y crema de aguacate; el lomo de rapito negro al horno sobre tártara de piparras y cremoso ligero de ajo negro; la fabada asturiana y su compango, o las albóndigas de gochu asturcelta sobre tortos de maíz, salsa de verduras casera y mole poblano, y postres que enamoran a los paladares más golosos como el huevo de chocolate relleno de crema de arroz con leche o el milhojas de queso y chocolate blanco con helado de frambuesa, entre muchos otros.

Y todo ello en un precioso local, decorado por el conocido estudio Madrid in Love, que alberga distintos escenarios casi cinematográficos, adaptados cada uno a los distintos momentos del día en los que serán utilizados. Una zona más alegre y jovial, ideal para degustar un brunch en familia, que se ha convertido en un clásico de los domingos en Oviedo por su original puesta en escena, o tapear con amigos a la hora del after work; un área más íntima que acoge las comidas a la carta más románticas; una frondosa terraza cubierta, iluminada con luz natural, que presta sus más bellos rincones a reuniones de trabajo o celebraciones especiales; y una coqueta barra estilo años 20, y un vanguardista lobby bar, en los que se sirven los más deliciosos cócteles de autor como Tom el gallego; La quinta de Guadalupe o el combinado estrella La Palmera del Indiano, que recupera la tradición de los expatriados con un sugerente aguardiente de manzana, al que le agrega zumo de naranja, zumo de lima, clara de huevo y bitter de naranja. Toda una experiencia 360º que acoge al visitante al igual que se hacía en las antiguas casonas de los indianos llegados de ultramar, con un lujo y un boato mezclado con alegría y calidez que dejó huella, especialmente, en el imaginario asturiano.